Historia de La Cistérniga.

¿ Conoces realmente la Historia de nuestro pueblo? - Aquí te mostramos un resumen cronológico:

Los restos más antiguos localizados en el municipio, se encontraron en el Cerro de La Calderona. Son restos  pertenecientes a la Edad de Cobre e inicios de la de Bronce. Actualmente se exponen en el Museo provincial de Valladolid, con sede en el Palacio Fabio Nelli.

Desde el siglo III a.C. las tierras del municipio se encontraban sometidas por los vacceos, un grupo celtíbero, hasta el 220 a.C., fecha en que Anibal conquista las ciudades vacceas.

La Cistérniga en un principio surgió a ambos lados de un tramo la Cañada Real de Soria, la cual formó parte de un espacio de la antigua Calzada romana de Valladolid a Tudela de Duero, así como del Camino de Ruedas de San Ildefonso, que unía San Ildefonso (Segovia) con Valladolid.

La Cistérniga alberga en su municipio un tramo del Canal del Duero, muy vinculado a la localidad, pues hasta allí se acercaban los habitantes para recoger agua y lavar sus ropas, ya que por la Plaza Mayor pasaba un arroyo afluente del Esgueva.

El 18 de julio de 1454, los vecinos de la localidad asisten incrédulos al paso de Álvaro de Luna por la calle Mayor, camino de la muerte, por traición a la corona.

La Cistérniga fue durante muchos siglos portazgo de Castilla, donde se abonaban los derechos de rodada, y por lo que era casi obligada una parada donde reponer fuerzas para continuar el camino.

El Rey Felipe II el 9 de enero de 1596, concede a Valladolid el título de "Ciudad"; a partir de ese momento a La Cistérniga se le denomina "Arrabal de la ciudad de Valladolid"

Ya en el Siglo XVII, el 5 de marzo de 1601, Rodrigo Calderón, marqués de Sieteiglesias, secretario del Duque de Lerma y secretario de cámara de Felipe III, se casa con doña Inés de Vargas en la antigua Iglesia de San Ildefonso en La Cistérniga, produciéndose un gran revuelo, ya que la prometida negó dos veces el querer casarse con Don Rodrigo Calderón en el altar.

En pleno siglo XVIII, a pesar de que La Cistérniga era calificada como Arrabal de Valladolid, los vecinos se referían a él como “nuestro pueblo”, ya que rebasaba con creces los estrechos límites y las menguadas atribuciones que le confería su condición de arrabal.

En enero de 1842, una representación, compuesta por vecinos de renombre y destacados alcaldes pedáneos, impulsan el proceso emancipador. Fue un camino largo, tortuoso y plagado de desavenencias, llevado a buen término gracias más bien a la actitud del gobierno nacional y a la posición firme de los representantes de La Cistérniga, ya que tanto la Diputación Provincial como el Ayuntamiento de Valladolid, se opusieron con vehemencia y por sistema.

Siete años después el proceso adquirió un nuevo y más sólido rumbo, motivado sin duda por el empuje del nuevo alcalde Teodoro Guezmes.

Efectivamente, el 12 de enero de 1849, una representación de La Cistérniga se dirigía de nuevo a su Majestad y al Ayuntamiento de Valladolid, solicitando “que se le declare Pueblo con Jurisdicción y territorio independiente de esta Capital”, así como la fijación y señalamiento de término jurisdiccional. 

En marzo de 1851, la emancipación ya es un hecho, y por fin el 8 de noviembre de 1852, con objeto de ultimar la raya divisoria, se notifica a los Ayuntamientos de Renedo y Laguna, por si querían presentar alegaciones a la rectificación de fijación de cotos comunes a sus respectivos pueblos. Ambos municipios dieron su conformidad a los límites establecidos.

Por último, Fuentes del Duero, con la emancipación de La Cistérniga y el progresivo despoblamiento que venía experimentando, lo abocaron a formar parte del término municipal de la nueva villa. Desde entonces es considerado un anexo de La Cistérniga y durante mucho tiempo contó con su respectivo “alcalde de barrio”.

Durante la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas, Don Jerónimo Saornil Moraleja emprendió una dura batalla contra los franceses, resultando ganador. La emprendió contra convoyes napoleónicos y se sirvió, de puntos de observación y refugio, del cerro de San Cristóbal, alto de las bodegas, del páramo y de las yeseras. En poco tiempo se hizo con el grado de coronel. Además Don Jerónimo Saornil participó en la famosa victoria de la batalla de Arapiles, de 1812. Asimismo los vecinos de La Cistérniga contribuyeron al aprovisionamiento de las tropas españolas, con cántaras de vino.

La Cistérniga en el Siglo XX.- La imagen que arroja el municipio desde que despega emancipada hasta que aterriza completamente remozada en los años de la recién estrenada democracia, es la de un pueblo humilde que se enfrenta al vertiginoso reto de la modernidad, pero también la de unos habitantes que luchan y se esfuerzan por sobrevivir en medio de no pocas carencias.

El primer tercio de siglo viene presidido, a escala general por la crisis del Estado y la progresiva ruina del sistema político conocido con el nombre de Restauración. A nivel municipal hay una tendencia de descenso moderado o cierto estancamiento de los efectivos poblacionales, pues de los 1086 habitantes de principios de siglo, se pasa en los años 20 a 1020, hasta que en 1930 se van recuperando y son ya 1214 los censados. Los presupuestos que maneja la Corporación siguen dejando mucho que desear, con viejos y persistentes problemas, como la mala situación material del Ayuntamiento y la carencia de agua potable, por lo que los acaldes se afanan en acondicionar un pozo que casi siempre está en malas condiciones y constituye un foco de posibles infecciones; de hecho, ya en 1913 se decide poner una banda a su alrededor para que nadie saque agua sin permiso.

En cuanto a los caminos, había que repararlos continuamente, porque se hacían intransitables, pues en épocas de lluvias y con el añadido del famoso cauce general, eran frecuentes las inundaciones en las fincas y vías de la localidad

El 19 de julio de 1912 el Ayuntamiento gestiona la traída de la luz eléctrica con destino al alumbrado público, hecho decisivo para la vida del pueblo, inaugurándolo con el lanzamiento de cohetes y la oferta de refrescos para todo el vecindario.

La fabricación de materiales de construcción a partir del barro (adobes, tapiales, tejas y ladrillos) experimento en estos inicios del siglo XX un gran impulso, siendo muy demandados por la ciudad, contando el pueblo con dos importantes fábricas, que empleaban buena parte de los vecinos adultos.

Ya en tiempos más modernos, durante la Guerra Civil Española en 1936, la Guardia Civil de Tudela de Duero impuso nueva "comisión gestora" el 24 de julio de 1936, se incautaron siempre por la fuerza de los principales vestigios materiales de la clase trabajadora, y así procedieron a incautar el local que la Federación de Trabajadores de la Tierras de UGT tenía en La Cistérniga, para apropiarse de la documentación con el fin de revisar la lista de afiliados e iniciar las tareas de “depuración”.

Cuentan que fue el mismo párroco de la localidad, Cipriano Escudero, el que salvó a los obreros de la Casa del Pueblo de ser “paseados” por los falangistas vallisoletanos y que cuando llegó el camión nacionalista y comenzaron a subirlos para asesinarlos, don Cipriano se plantó frente a él diciendo “me tenéis que atropellar primero a mí”. Otros señalan que fue el alcalde republicano el que lo evitó porque se llevaban a un obrero suyo. Sea como fuere, el caso es que a Don Cipriano se le recompensó con una calle a su nombre.

Son los años de la postguerra, años de miseria y cartillas de racionamiento, los dirigentes son elegidos a dedo por el todopoderoso Gobernador Civil. Sin duda, el acto de mayor propaganda y envergadura que alcanzó a la localidad, fue el realizado con ocasión del famoso monumento a Onésimo Redondo erigido en el Cerro de San Cristóbal. (En 2016,  ha sido desmantelado y retirado)

Algo muy común en la trayectoria de La Cistérniga, son la multitud de necesidades materiales que la jalonan. El más inmediato, duradero y preocupante seguía siendo el problema del agua potable. Se suceden las quejas acerca de la mala situación del pozo de agua potable y de los riesgos de infección. El problema, además de grave, conlleva situaciones incómodas, pues la población se veía obligada a trasladarse al Canal, situado a 3 Kms. del casco urbano para coger un agua de mala calidad.

Durante los duros y oscuros años de la dictadura, La Cistérniga sigue siendo un pueblo repleto de carencias, pero al final de esta etapa, el municipio camina a toda velocidad, para adentrarse en los nuevos tiempos.

Ya en 1973 un grupo de jóvenes puso en marcha la asociación “Inquietudes”, que pretendía dinamizar la vida cultural de la juventud y lograr mejoras en el pueblo, pero se encontraron de frente con los sectores más conservadores y el párroco les acusó de organizar actos inmorales.

En agosto de 1976, un grupo de vecinos salió en las primeras páginas del Diario Regional, para retratar las pésimas condiciones de su pueblo: falta de alcantarillado y pavimentación, pésimas condiciones laborales, ausencia prácticamente de comercios y abuso de los precios por parte de los pocos que había, estado calamitoso de las escuelas y problemas de transporte, falta de higiene, etc…Como es de suponer, el reportaje en cuestión, titulado “Radiografía de La Cistérniga. Víctimas de un sistema injusto” generó un gran revuelo en el pueblo.

Por fin se van respirando los aires de la incipiente democracia, la aprobación de la Constitución de 1978 y las elecciones municipales de 1979, las primeras verdaderamente democráticas, con el resultado de PSOE tres votos, UCD dos y uno el candidato independiente. Es elegido alcalde Fernando Peñas Prieto del PSOE.

Se puede decir que a partir de ahí, tiene lugar una constante y vertiginosa transformación del municipio.

Aparte del avance experimentado en los servicios públicos más básicos, tales como el alcantarillado, alumbrado, pavimentación, zonas verdes, etc.. La Cistérniga destaca especialmente por el excepcional incremento poblacional iniciado en 1980, directamente relacionado con la mutación de la actividad económica y el carácter residencial de la localidad.

El que antes fuera un entorno básicamente artesano y rural, se ha convertido paulatinamente en un especio de base industrial y de servicios. Se observa como la capital experimenta una evolución demográfica negativa y los municipios del alfoz más cercano y bien comunicado con ella, doblaban holgadamente su población.

Los nuevos Planes de vivienda dieron un fuerte crecimiento poblacional , otorgando una nueva fisonomía al municipio, completada y agrandada por las nuevas zonas residenciales, el ensanchamiento del perímetro urbano y la creación a principios de los noventa del Polígono Industrial de La Mora, experimentando también una importante mutación de la actividad económica, predominando en primer lugar el sector servicios, seguido de la industria, y de forma más testimonial y decadente, el sector primario.

La magnífica transformación experimentada desde principios de los 80, más agudizada durante la década siguiente, situaba a la localidad en el año 2001 entre los tres municipios más ricos de la provincia, junto a Simancas y Boecillo.

En febrero de 2012, se suscribe el acta fundacional de Asociación de Municipios Comunidad Urbana de Valladolid (CUVA), entre el Ayuntamiento de Valladolid y los municipios de su entorno más cercano, como cauce de relación entre los mismos para facilitar el incremento de inversiones, la mejora de las dotaciones y la calidad de los servicios prestados. Desde los 15 municipios iniciales, actualmente hoy acoge a 25, entre los que se encuentra La Cistérniga. La CUVA no es está constituida como Ente jurídico, pero si se está trabajando y tratando de mejorar el transporte, los servicios y la creación de un “Anillo Verde Metropolitano”, que mejore la movilidad entre la capital y su Alfoz.

A pesar de no estar constituida, la Junta de Castilla y León aprobó unas Directrices de Ordenación del Territorio de Valladolid y su Entorno (DOTVAENT), cuyo documento fue realizado por el Instituto Urbanístico de la UVA, con el fin de unificar la prestación de servicios uniendo municipios limítrofes.

Actualmente, La Cistérniga pertenece a la Mancomunidad Tierras de Valladolid, a través de la cual se realiza el transporte urbano por la empresa de Auvasa y a la Mancomunidad Pino Duero para la recogida de residuos urbanos, cuyos costos son soportados por el municipio.

PERSONAJES CÉLEBRES

Valeriano Orobón Fernández – Destacado teórico del anarcosindicalismo español y autor de la letra del himno “A las barricadas”. Muere en 1921 en Madrid de un disparo.

Félix Suárez Colomo – Ciclista profesional que participó en los Juegos Olímpicos de Munich de 1972. Se puso su nombre al Polideportivo Municipal, por acuerdo unánime de la Corporación en el año 2011.

Luis Medrano – Destacado piragüista proclamado campeón de España en el año 2011.

Alberto Velasco – Actor, autor y director de teatro. Premio de la Unión de actores de CyL 2009. Premio Giordano Bruno (ex aquuo) en premios Moretti de teatro. 2016